Discurso del Grupo Popular el día que el ayuntamiento de Benalup la nombró Hija Adoptiva.
Por Manolo Montiano
Sr. Alcalde, Señores Concejales y Concejalas, señores y señoras asistentes a este acto, buenas tardes. Quisiera felicitar primero a todo el pueblo de Benalup-Casas Viejas por lo bien que ha salido todo y lo que hemos disfrutado en estas Fiestas de la Independencia .Todo no ha sido bueno,nos gustaría recordar a Chano el Herrador que ha muerto en estos días y que has sido una persona importante para Benalup.Por Manolo Montiano
Muy especialmente quiero felicitar hoy a nuestra, desde hoy, Hija Adoptiva ROSALINA QUISPE MUÑOZ. Rosalina, la doctora Lina como la conocemos aquí, nació en Pachacamac a dos horas de Lima en micro que es como le llaman al autobús en Perú, el día 6 de Septiembre de 1943. Ella es la hija menor de cuatro hermanos y sus padres, Víctor y Donatila le proporcionaron estudios secundarios como interna en el Coliseo Santa Rosa de Lima en la Capital, un colegio de monjas. Con bastantes reticencias por parte de su padre y la sociedad en que vivía logró viajar a Estados Unidos de América a finales del año 1963 desde donde vino a España a estudiar Medicina. Terminó la carrera en la Facultad de Medicina de Cádiz e inició la especialidad en Pediatría. A nuestro pueblo llegó en el año 1976 después de haber ejercido como médico en Alcalá de los Gazules y Medina Sidonia y se quedó por cuatro años en una primera etapa. La primera vez que vino y se bajó del autobús nadie se esperaba que el médico fuera una mujer y los que la esperaron hasta subieron a preguntarle al chofer si no había venido el médico en el autobús cuando ella ya se había bajado y tuvo que ser Lina la que les dijo que ella era la doctora que venía a Benalup. De aquí estuvo en San Fernando, Prado de Rey, Arcos de la Frontera y finalmente otra vez de vuelta en Benalup por el año 1991. Sus compañeros dicen de ella que es muy buena cocinera, que de cualquier cosa te hace un manjar. Que se ha tomado siempre su trabajo con gran responsabilidad haciendo mucho más de lo que se podía esperar
que no dudaba en atender por más de una hora seguida a alguien que llegara a urgencias a las tantas de la madrugada con el único mal que contarle al médico lo mal que se sentía; o no dudaba en montarse en un taxi cuando no había ambulancias e irse con el enfermo hasta el hospital en Cádiz.
No dudaba en atender un parto en Benalup. O cuando estaba sola al principio y estando de guardia veinticuatro horas no era sentir un coche llegar en la noche y antes de que tocaran a la puerta ya estaba abajo para abrirla.
Nunca dijo NO a un compañero que le pedía que le hiciera una guardia. Era, como dicen sus compañeros, la madre del Centro de Salud y todos han aprendido muchísimo de ella.
Lo más excepcional de su vida, además de todo lo que he contado de ella, es la forma en que ha cuidado siempre a los suyos, a su familia la de aquí y la de su Perú natal adonde ha viajado cada vez que ha podido, la última vez a construirle a sus padres un cuarto de baño. Cuando se quedó embarazada por segunda vez a sus cuarenta y siete años no dudó en ningún momento en seguir adelante con su embarazo no exento de riesgos. Aquí siempre la hemos querido muchísimo, hasta le montamos una manifestación la primera vez que se fue para que no se fuera. Y cuando salía de la consulta al pasar por la puerta de Andreita, el difunto Eugenio que en paz descanse, le sacaba dos copitas para tomarse con ella una copita de vino dulce. Ella nos supo ganar y nosotros nos la ganamos a ella.
En uno de nuestros primeros carnavales salió la chirigota “Los Repupas” que fueron a su casa a que los vendaran cuando fueron a vestirse y le sacaron una copla que decía algo así como: “Doctora qué buena eres Tus manos son dos claveles Por eso los Repupas te cantamos Etc, etc.” Lina siempre ha vivido deprisa y corriendo, en la facultad sus compañeros le decian “Linita chau chau” y era porque siempre se despedía corriendo diciendo “chau chau”. Y es que no se ha limitado nunca a su profesión sino que ha sabido integrarse plenamente en la sociedad aportando su arte bordando el manto de la Virgen, haciendo el vestido de la Virgen y parte del vestido del Nazareno, haciendo los disfraces para el carnaval de su gente o unos cuantos trajes de penitente para que las chicas también pudieran salir vestidas en la Semana Santa de Benalup. Ahora que ya está jubilada todavía tiene fuerzas para ayudar a los enfermos de Alzeimer a los que dedica todo el tiempo que puede. Seguro que muchos de nosotros nos hemos quedado sorprendidos este fin de semana cuando nos hemos enterado que los bocadillos que se han servido en la barra del concierto de Canal Sur los ha preparado ella. Por último hacer una justa mención a Pepe, su marido y Patricia y Víctor sus hijos que han contribuido tanto a hacer tan excepcional a esta mujer. Muchísimas gracias de corazón Lina para ti y para toda tu gente.
que no dudaba en atender por más de una hora seguida a alguien que llegara a urgencias a las tantas de la madrugada con el único mal que contarle al médico lo mal que se sentía; o no dudaba en montarse en un taxi cuando no había ambulancias e irse con el enfermo hasta el hospital en Cádiz.
No dudaba en atender un parto en Benalup. O cuando estaba sola al principio y estando de guardia veinticuatro horas no era sentir un coche llegar en la noche y antes de que tocaran a la puerta ya estaba abajo para abrirla.
Nunca dijo NO a un compañero que le pedía que le hiciera una guardia. Era, como dicen sus compañeros, la madre del Centro de Salud y todos han aprendido muchísimo de ella.
Lo más excepcional de su vida, además de todo lo que he contado de ella, es la forma en que ha cuidado siempre a los suyos, a su familia la de aquí y la de su Perú natal adonde ha viajado cada vez que ha podido, la última vez a construirle a sus padres un cuarto de baño. Cuando se quedó embarazada por segunda vez a sus cuarenta y siete años no dudó en ningún momento en seguir adelante con su embarazo no exento de riesgos. Aquí siempre la hemos querido muchísimo, hasta le montamos una manifestación la primera vez que se fue para que no se fuera. Y cuando salía de la consulta al pasar por la puerta de Andreita, el difunto Eugenio que en paz descanse, le sacaba dos copitas para tomarse con ella una copita de vino dulce. Ella nos supo ganar y nosotros nos la ganamos a ella.
En uno de nuestros primeros carnavales salió la chirigota “Los Repupas” que fueron a su casa a que los vendaran cuando fueron a vestirse y le sacaron una copla que decía algo así como: “Doctora qué buena eres Tus manos son dos claveles Por eso los Repupas te cantamos Etc, etc.” Lina siempre ha vivido deprisa y corriendo, en la facultad sus compañeros le decian “Linita chau chau” y era porque siempre se despedía corriendo diciendo “chau chau”. Y es que no se ha limitado nunca a su profesión sino que ha sabido integrarse plenamente en la sociedad aportando su arte bordando el manto de la Virgen, haciendo el vestido de la Virgen y parte del vestido del Nazareno, haciendo los disfraces para el carnaval de su gente o unos cuantos trajes de penitente para que las chicas también pudieran salir vestidas en la Semana Santa de Benalup. Ahora que ya está jubilada todavía tiene fuerzas para ayudar a los enfermos de Alzeimer a los que dedica todo el tiempo que puede. Seguro que muchos de nosotros nos hemos quedado sorprendidos este fin de semana cuando nos hemos enterado que los bocadillos que se han servido en la barra del concierto de Canal Sur los ha preparado ella. Por último hacer una justa mención a Pepe, su marido y Patricia y Víctor sus hijos que han contribuido tanto a hacer tan excepcional a esta mujer. Muchísimas gracias de corazón Lina para ti y para toda tu gente.
1 comentario:
Descanse en paz y que Dios la tenga en un lugar privilegiado,,,se lo merecía....Un saludo
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