Discurso Mitin Leonardo Ruiz..Primera parte

Soy persona poco habladora, me gusta más escuchar y compartir conversaciones y soy bastante receptivo a entender que existen opiniones distintas a las mías de personas que tienen ciertas experiencias que yo no he vivido.

También en otras ocasiones me ha pasado lo contrario, de tal manera que me siento obligado a dar mi punto de vista cuando tengo una certeza asegurada de la falsedad de lo que se está diciendo.

Es por esto que escuchando a la gente, -y me trato con todo tipo, clases, filiaciones y profesionales-, me quedo con sus quejas acerca de las decisiones y actuaciones municipales.  También con las alabanzas de los aciertos que tiene.

De este trato respetuoso, sin necesidad de interrogar ni encuestar, saco mis propias conclusiones: esto se puede mejorar.  ¿Cómo?, conservando lo bueno, cambiando lo regular y eliminando lo malo.

Me doy cuenta de la crítica por la crítica que no tiene fundamento y  de la alabanza por la alabanza que no se atiene a razones.  Pero en la mayoría veo una laguna tenebrosa, quiero decir de falta de claridad y transparencia.

Se nos dice que ciertas gestiones son para una cosa, cuando en realidad se pretende otra, se dan prioridades a algo cuando no la tienen, se hacen inversiones innecesarias simplemente por favorecer a alguien, no se atienden peticiones con falsas excusas, se apartan a ciudadanos respetables de todo tipo de protagonismo, existe discriminación por la forma de pensar, opinar y escribir, existe una clase favorecida que recibe toda clase de atenciones y así podría seguir indefinidamente.

Por eso, cuando he tenido la oportunidad de participar activamente en la política, me he subido al carro porque es una cosa que siempre me ha atraído, me sigue atrayendo y a la que de una manera u otra me siento obligado.

Me he encontrado con una candidatura de gente honesta, exenta de vanidad, llena de ilusiones, con ganas de trabajo, sencilla,  joven  y que piensan que esto es mejorable.

Si todas las críticas que se escuchan  lo dijeran de corazón y con sinceridad, de la lista del PSOE no saldría ni el propio Paco Cabañas, pero no es así.  Muchos de esos comentarios son de boca para fuera o bien para ver cual es nuestra reacción o  para conocer nuestro punto de vista. Es decir los S.M.I. (servicio municipal de información)

En nuestra opinión, tenemos la sincera esperanza de que algún día haya un cambio y entonces poder comprobar el nivel  de eficacia de quienes nos han gobernado desde que conseguimos la segregación hasta nuestros días.

También, en nuestra opinión, existen dos políticas paralelas en la gestión del PSOE: la política vanidosa de ensalzarse continuamente y la política amedrentante de decir que “cuidado con el cambio que volvemos a la dictadura”, “que os quitan las pensiones”  (algunos ERES sí habría que quitarlos) “que os suben los impuestos”, etc  esto creo que está ya un poco manío, pasado de moda, es hora ya de cambiar de disco.

Hay un refrán que dice: zapatero a tus zapatos. Pues bien, en este bendito pueblo el zapatero quiere mandar en todo, deja poco lugar a la creatividad, al ingenio y al buen hacer de profesionales y funcionarios. Así nos va: Un centro prehistórico que duerme la tranquilidad de los tiempos, una plaza de abastos cerrada por muerte prematura, el macropuente del “XX aniversario” de las Lagunetas, el Plan General de Ordenación Urbana que contemplaba miles de viviendas y no sé cuantas hectáreas, el costosísimo polígono industrial que podía estar repleto de pequeñas empresas con buenos puestos de trabajo estable si se hubiera gestionado bien sin el enriquecimiento de tanto intermediario...

Para dar solución a todo esto hace falta pararse, consultar, estudiar, comprobar medios de financiación que pueda abarcar el Ayuntamiento y luego ejecutar trabajando sobre firme.  Las precipitaciones son la causa de los fracasos y de las malas inversiones.

De ahí que a esta corporación gobernante le hayan puesto “El embrague” porque primero meten la pata y luego tienen que hacer los cambios.

Siguiendo con lo que reclama la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas de nuestro pueblo me voy a detener un poquito en el proceso de segregación. El ridículo y anómalo término que la Diputación Provincial nos adjudicó.

Lo que la coordinadora pedía era un término natural y justo.  Es decir un término que abarcara el entorno en que nos movemos y una administración que estuviera más cerca de los administrados.

Pues no pudo ser, ni se nos concedió nuestro entorno natural ni se acercó la administración a los administrados; es más, ni siquiera se escuchó la voz de las personas que vivían diseminadas en pequeños núcleos y que después de la segregación tendrían que pagar sus impuestos a una ciudad con la que no tenían ninguna relación. Es el caso de Cucarrete, Porretal, Valle Hermoso, Algámitas, Charcones, El Cuervo, Alisoso, etc.

Aquello fue una decisión arbitraria, dictatorial y de abuso de poder de la mayoría que el PSOE tenía entonces en la Diputación.  Se nos dijo “o aceptáis esto o no hay segregación”  ¡toma ya!

Sin detenerme en detalles: ¿Se ha hecho algo en estos veinte años para enmendar el entuerto?   Porque no podemos decir que no tenemos influencia en la Diputación Provincial.

La actual Ley de Régimen Local, contempla la alteración territorial de los términos municipales. Cualquiera que sea quien gobierne en el Ayuntamiento tiene la obligación moral de continuar con las justas reivindicaciones de nuestra gente y el PSOE habrá hecho muchas cosas pero a este tema no le ha tocado, por mucho que se le ha insistido tanto desde el PA, como de IU, como del PP.

En este y algunos otros casos, cuando se presenta alguna dificultad... abandonan.

  Con respecto a esto, ahí queda el compromiso de nuestra candidatura.  El estudio de la alteración de término tendrá que elaborarse bien desde el Ayuntamiento o a petición popular.  Tanto si se hace de una manera u otra, ha de hacerse con el mayor consenso posible y una vez tomado el acuerdo, encargar el formato jurídico a expertos letrados para evitar resquicios legales que puedan torpedear este ambicioso proyecto que nos lleva a tan ansiada meta.