Después del parto comienza la involución uterina, que es el proceso por el que pasa el útero para volver a su tamaño normal (el de antes de la gestación). Cuando este procesos se altera, o es más lento de lo normal se denomina subinvolución placentaria y el único síntoma es que las perras sangran más de 6 semanas post-parto (lo normal es que sangren 15 o 20 días). Lo ideal sería llevar a la perra al veterinario superadas estas 6 semanas para, mediante diversas pruebas, descartar que pueda haber algún otro problema mayor. Si no, este problema suele solucionarse por si sólo , de forma espontánea y sin tratamiento, antes o durante el siguiente celo y no suele suponer ningún problema ni para la vida normal ni reproductiva de la perra. Las siguientes gestaciones suelen ser normales (si no habría que plantearse la esterilización) ya que este problema es mucho más común en perras jóvenes y primíparas (primer parto). En principio la única complicación secundaria al sangrado por subinvolución placentaria sería la Anemia. -
En este caso la cirugía fue neecsaria ya que el animal presentaba hemorragia grave con anemia y no tenía respuesta positiva al tratamiento sintomático a base de vitamina K, coagulantes y antibioterapia
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