Fallece el picador José Cárdenas

El picador sevillano José Cárdenas falleció ayer , a la edad de 71 años en el Hospital Carlos Haya de Málaga, donde ingresó a principios del pasado mes de diciembre a consecuencia de un tumor cerebral del que fue operado por el doctor Héctor Cabrera y su equipo de neurocirugía.
Cárdenas, que será enterrado hoy miércoles en la localidad malagueña de Fuengirola, era uno de los picadores más veteranos. La temporada pasada continuaba en activo, haciendo el paseíllo a las órdenes del novillero malagueño Ismael Cuevas. Durante su carrera ha actuado en las cuadrillas de Antonio Ordoñez, Antonio José Galán, Miguel Márquez, Pepe Luis Vázquez, José Luis Galloso, Pedro Castillo o Fernando Cámara.

Desde este humilde blog,le envío a sus familiares y amigos, mi más sentido pésame.Hoy a las 5 de la tarde Cardenas hará su último paseíllo pero siempre será recordado por su fortaleza,por su valentía y su pundonor.El tiempo que estuvo cerca de nosotros, también nos dejó marcados y hoy le damos su adiós , aunque la imagen de arriba siempre nos quedará grabada..
Enrique Romero escribe esto sobre Cardenas:JOSÉ CÁRDENAS EN LA MEMORIA DE UNA CUADRILLA QUE NUNCA EXISTIÓ

A lo largo de nuestras vidas nos ocurren infinidad de circunstancias y vivencias que van fraguando nuestros recuerdos y también nuestra forma de entender la realidad que nos rodea. La mayoría de esas experiencias se nos olvidan, por intrascendentes, otras quedan en nuestra memoria durante un cierto tiempo y las menos no se olvidan nunca. Quedan retenidas para siempre aquellas que provocaron ilusión, miedo o algun sentimiento especial durante la etapa de la niñez….En su infancia aquel niño rubio sólo soñaba con ser torero, hasta el punto que sorprendía a quienes le veian instrumentar lances o redondos por su natural desparpajo y su facilidad en el manejo de las telas con tan escasa edad. Por circunstancias de la vida un picador de toros encontró cobijo en su casa, y pasó algunos días y noches compartiendo su afición con el pequeño torerillo. El picador era amigo de la familia, que entre otras cuestiones regentaba una cuadra de picar. Aquel niño, con no más de cinco años, demostró a su amigo picador sus dotes innatas para interpretar, como nadie, el ancestral arte de Cúchares. El picador sonreía cuando, cada tarde, le veía celebrar sus propias corridas de toros en el jardín de la casa. Un día le dijo, ” tienes mucho arte rubio, que sepas que yo seré tu picador. Te esperaré, nunca he visto torear tan bien a un niño tan chico”. Desde entonces Cárdenas siempre fue su picador. Al niño nunca se le olvidó aquella tarde, nunca. Cada vez que Cárdenas le veía en las plazas le decia “¿cómo está mi matador?”. Cárdenas nunca fue en la cuadrilla del aquel niño, que dejó en sueño su ilusión de ser torero, pero el niño rubio siempre llevó en su corazón las palabras del único picador que tuvo en su vida. Fue el primero que le hizo sentirse torero de verdad. Gracias Cárdenas. Hasta siempre PICADOR.