Mientras la casa se llenaba de humo y sus ocupantes dormían, el animal fue llamando puerta por puerta a todos y fue el último en salir, casi sin vida.
Ideal, 25.01.12. Doce y media de la noche en la calle Suspiro de la Reina número 25 de Alhendín, del pasado miércoles 18. La amplia familia Fernández Guerrero duerme plácidamente después de un duro día de trabajo para todos.
En la planta baja, junto a la cochera hay una pequeña habitación donde esa noche la abuela Lola, de 66 años, decide compartirla con dos de sus nietos de cinco y nueve años, el más pequeño tenía fiebre. En el piso de arriba, hay otro menor de seis años y cuatro adultos m! ás. Fuera, en la calle, el mercurio del termómetro baja de cero, el frío es capaz de apagar hasta las llamas del infierno, por ello Simba, un perro de la raza shar pei, y Nala, un chihuahua, duermen dentro de la planta baja, en una zona contigua a la habitación donde se encuentran los dos pequeños y la abuela.
1 comentario:
Preciosa historia...
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