Sevilla acoge hoy los actos conmemorativos del décimo aniversario del asesinato de ETA del concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y de su esposa, Ascensión García. Tras un homenaje en el cementerio de San Fernando, siguió una misa fúnebre en la Catedral y un acto –al que no asiste ningún representante del Gobierno– en la calle en la que fueron tiroteados por terroristas de ETA. Teresa Jiménez Becerril, hermana de una de las víctimas, ha señalado que "lo que se ha intentado con este Gobierno es que la gente mire a otro lado, como pasa en el País Vasco" y ha advertido que "si nosotros no lo contamos, aquí la gente se olvidará".
Aquí dejo un fragmento de lo que Antonio del Burgo escribe hoy en ABC,Jimenez Becerril murió de infarto.
Y lo que más me sorprende es la tenacidad de esta chica, Teresa Jiménez Becerril, que está empeñada en demostrar que a su hermano lo mató la ETA, vamos, que no murió de infarto, como el médico militar Muñoz Cariñanos, o de embolia cerebral, como el fiscal Portero, y así sucesivamente hasta mil. Murió en el peor de los casos en atentado, pero nunca de la ETA. Tengo delante la esquela mortuoria, grandecita, modelo 4, que ponen el Ayuntamiento de Sevilla y la oficialista Fundación Jiménez Becerril en el décimo cabo de año de su muerte. Y lo dice bien clarito: «Fallecieron en nuestra ciudad, víctimas de atentado». ¿Atentado de quién? Ah, pues no sé: de Al Qaeda a lo mejor. ¿Pero de la ETA dice usted, y que descorcharon champán por su asesinato? Por favor, no me estropee el pasodoble, que estamos en vísperas de elecciones, y como diga usted que a Jiménez Becerril lo mató la ETA puede que luego no podamos continuar, como queremos, el proceso de usted ya me entiende...
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