13 diciembre 2006

Unas terribles palabras y una presentación


BLOG DE LUIS DEL PINO EN LIBERTAD DIGITAL


No, no me refiero a las amenazas vertidas por Juan Carlos Rodríguez Ibarra: "Si no le tienen miedo a Pedro J Ramírez, que terminen con él de una vez", que parecen extraídas de un spaghetti western. Casi nos podemos imaginar a Ramírez vestido con su poncho y su sombrero mejicano, acercándose al galope al polvoriento pueblo, al mando de la cuadrilla de bandidos desgreñados y torpones que, hartos de esquilmar a granjeros insolventes, se sacan un sobresueldo trabajando de plumillas y entrevistando a ayudantes de sherif corruptos. En la cantina, Juan Gary Rodríguez Eastwood, después de escupir un resto de puro maloliente, esboza una mueca de desprecio mientras reprocha a su partido, transformado en un infierno de cobardes, que le deje sólo ante el peligro.
Tampoco me refiero a esa vena poética oculta que el propio Ibarra nos desvela, en un arranque de sensibilidad aparentemente impropio de él:
Pedro Jota en su piscinase lava con agua claray yo me lavo en la mierdaque me lanza este señor
¡No me digan que no promete! He retocado un poquillo la frase original, por eso del ritmo, pero lo importante es la imagen que transmite. ¡Tiene fuerza, el tío! Ya decía yo que detrás de esa fachada de hombre rudo y desagradable se ocultaba un ser emotivo y frágil, capaz de indignarse ante las injusticias, especialmente ante las que cometen contra él mismo. No puede uno evitar acordarse de la escena inicial de Stardust Memories, en la que Woody Allen se pregunta por qué le ha tocado a él viajar en el tren equivocado, lleno de seres malolientes, mientras el otro tren se aleja repleto de chicas estupendas y copas de champán. Ibarra mira alejarse el tren de la gente guapa con la cara pegada contra el cristal.
Realmente, las palabras terribles a las que me refiero son otras. Hablo de las pronunciadas por José Blanco también ayer: Blanco afirmó algo que pone los pelos de punta: "todos sabemos a estas alturas" que, entre los días 11 y 14 de marzo de 2004, el Gobierno del PP "mintió a los ciudadanos diciendo que el atentado había sido cosa de ETA".
Durante mucho tiempo, he estado rezando para que el gobierno del PP no se hubiera equivocado, y para que realmente hubiera sido ETA. Pero, por desgracia, creo que cada vez voy estando más de acuerdo con José Blanco: lamentablemente, parece que no fue ETA. Estamos apañados. Quizá el gobierno actual nos pueda decir, después de tres años de investigaciones, quién demonios fue. Porque lo que se adivina es horrible.
Esta tarde presentaré el libro de "Las mentiras del 11-M" en el aula magna del CEU (C/ Julián Romea 18) a las 20:00. Aprovecharemos para comentar éstas y otras cuestiones. Y para hacer un repaso de la situación actual de las investigaciones, junto con unas cuantas predicciones.
P.D.: Ayer volvieron a ser un éxito las convocatorias de la iniciativa "11 de cada mes". En los próximos días pondremos la crónica de las concentraciones, porque hay muchas cosas que merece la pena resaltar.

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