La "lengua azul" reaparece en el ganado andaluz

Este es el mosquito transmisor de la enfermedad.

"Lo que nos faltaba,eramos pocos y parió la abuela"

Los Servicios Veterinarios Oficiales de Andalucía han detectado un foco de fiebre catarral ovina (la conocida como enfermedad de la lengua azul) en una explotación del municipio de Tarifa (Cádiz), según informó ayer en un comunicado el Ministerio de Agricultura.

La enfermedad ha sido detectada en una explotación compuesta por 298 animales de la especie ovina y 56 de la bovina.

El programa nacional de vigilancia frente a la lengua azul, establecido en España desde hace seis años, ha hecho posible la temprana detección de este brote, un proceso que se inició el pasado 20 de julio, cuando se observó sintomatología compatible con la lengua azul en varios animales de la especie ovina.

El Ministerio detalló que los Servicios Veterinarios Oficiales se personaron inmediatamente en la explotación para la toma de muestras y, tras obtenerse resultados positivos en los análisis previos efectuados en el Laboratorio de Sanidad Animal de Córdoba, se remitieron al Laboratorio Central de Algete, donde confirmaron estos resultados.

Para mañana se ha convocado el Comité Nacional del Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria con el objeto de evaluar la situación epidemiológica y adoptar las medidas necesarias para controlar la enfermedad, que sólo afecta a los animales y no a las personas.

En este sentido, el Ministerio está preparando un borrador de orden que incluye medidas para regular los movimientos de animales procedentes de un radio de vigilancia de 150 kilómetros alrededor de la explotación afectada y que será estudiado en esta reunión.

La lengua azul reaparece en Andalucía después de más de año y medio desde que se detectara el último brote. Desde septiembre de 2004 y durante todo 2005, a la comunidad se la condenó a severas restricciones en el movimiento comercial de los animales, que incluso condujeron a la suspensión de ferias ganaderas, la prohibición de llevar bueyes a la romería del Rocío y a extremar la vigilancia en las corridas de toros. Ni en todo 2006 ni en lo que llevamos de 2007 ha habido casos de este mal, transmitido por un mosquito que tiene en otoño su periodo de mayor actividad.