Existes casi tantas coartadas como formas de ser infiel. Las mujeres suelen ser especialistas en tener una doble vida sin levantar sospechas. ¿Quieren saber cuáles son las tácticas más utilizadas por quienes no se estremecen a la hora de negar la verdad?
Estamos de acuerdo en que cada infiel tiene su coartada preferida pero hay algunas estrategias que, por su uso, se han convertido en clásicos infalibles.
Terra ha analizado las tres posturas más utilizadas por aquellas que se lanzan a la aventura de la infidelidad. Se trata de un juego de doble filo que requiere de dotes actorales, seguridad y un plan bien trazado:
1).- El angelito ingenuo: no hay nada más efectivo que el ocultarse detrás de una cara de dulce inocente. ¿Qué hombre podría sospechar de una frágil damisela que vive soñando con el amor?
Este tipo de mujer es el más peligroso, porque fuera de la mirada de su pareja se trasforma. La dulzura se convierte en pasión y ella pasa a ser una estratega del engaño.
Pocos hombres pueden resistirse a este mix entre inocencia y fogosidad. La niña buena que se convierte en una mujer hot en la cama es una peligrosa compañía y una amante infiel difícil de desenmascarar.
2).- Sin prejuicios: hay mujeres que no sienten vergüenza en declarar a los cuatro vientos su derecho de tener relaciones con varios hombres al mismo tiempo. Poseen una pareja estable pero, de vez en cuando, se dan permiso para una aventura.
Estas infieles son sinceras con su relación y sólo pueden estar con hombres tan abiertos a la poligamia como ellas o con quienes estén tan enamorados que olviden el hecho de que son constantemente engañados.
3).- El rotundo “no”: la facilidad con la que se puede negar la realidad es sorprendente. Muchas mujeres se ocultan detrás de sus coartadas y jamás se quebrarán. Ante cualquier pregunta ellas sostendrán su versión de los hechos y, con un poco de ayuda de sus amigas, demostrarán que no son capaces de traicionar.
Estamos de acuerdo en que cada infiel tiene su coartada preferida pero hay algunas estrategias que, por su uso, se han convertido en clásicos infalibles.
Terra ha analizado las tres posturas más utilizadas por aquellas que se lanzan a la aventura de la infidelidad. Se trata de un juego de doble filo que requiere de dotes actorales, seguridad y un plan bien trazado:
1).- El angelito ingenuo: no hay nada más efectivo que el ocultarse detrás de una cara de dulce inocente. ¿Qué hombre podría sospechar de una frágil damisela que vive soñando con el amor?
Este tipo de mujer es el más peligroso, porque fuera de la mirada de su pareja se trasforma. La dulzura se convierte en pasión y ella pasa a ser una estratega del engaño.
Pocos hombres pueden resistirse a este mix entre inocencia y fogosidad. La niña buena que se convierte en una mujer hot en la cama es una peligrosa compañía y una amante infiel difícil de desenmascarar.
2).- Sin prejuicios: hay mujeres que no sienten vergüenza en declarar a los cuatro vientos su derecho de tener relaciones con varios hombres al mismo tiempo. Poseen una pareja estable pero, de vez en cuando, se dan permiso para una aventura.
Estas infieles son sinceras con su relación y sólo pueden estar con hombres tan abiertos a la poligamia como ellas o con quienes estén tan enamorados que olviden el hecho de que son constantemente engañados.
3).- El rotundo “no”: la facilidad con la que se puede negar la realidad es sorprendente. Muchas mujeres se ocultan detrás de sus coartadas y jamás se quebrarán. Ante cualquier pregunta ellas sostendrán su versión de los hechos y, con un poco de ayuda de sus amigas, demostrarán que no son capaces de traicionar.
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